sábado, 30 de octubre de 2010

Otra reseña más de "Los crímenes de Avignon"


En este caso, el autor de la reseña es Víctor Morata Cortado, autor del fantástico blog "Mentecreativa", que os recomiendo encarecidamente que visitéis.

Muchas gracias, Víctor, de todo corazón.


Avignon, S.XIV; mientras una ola de crímenes asola a los miembros más importantes de la Iglesia Católica, un viejo monje cisterciense se esfuerza por acallar su conciencia ante las torturas que se ve obligado a cometer para proteger a sus superiores. Sólo su profunda fe le permitirá no rebasar la línea que le separa de la locura.





Las primeras páginas de este libro ya nos avisan en su prólogo de lo que vamos a encontrar en él, las palabras de Darío Vilas son concisas: «Gervasio es uno de esos autores que se pueden permitir el lujo de no contarnos nada, de coger una historia sin fondo, insustancial, y transferírnosla de una manera tan bella que no nos importe....» y ante esto he de decir que no podría estar más de acuerdo. La historia de esta novela es casi secundaria, un mero escenario sobre el que los actores pululan dejando huella y es que es así, los actores y la carga emocional que desprenden es la verdadera base de esta obra. Son ellos y no otros elementos los que dan fuerza e invitan a disfrutar de la lectura. La historia de fondo es como un lienzo sobre el que se van dando crudas pinceladas de la realidad que un día fue. De un modo asombroso, el lector apenas sí logra apercibirse del argumento (que lo hay, sin duda), pues la carga dramática de la intrahistoria de los personajes, de sus pensamientos y de la época en la que se desarrollan los hechos tiene tanta fuerza que desborda y sobreimprime el resto.


Gervasio López demuestra en esta novela su talento para sacar lo peor del alma humana y transformarlo en una prosa tan desgarradora que oprime el pecho y revuelve las tripas. Hay pasajes de Los Crímenes de Avignon que te obligan a mirar para otro lado, a desear no haber leído lo que posiblemente deje en ti el poso de futuras pesadillas; es aquí donde Gervasio demuestra ser todo un maestro en la creación de imágenes literarias, eso sí, muy cercanas al gore. Es este hecho el que determina como certera la decisión de los editores de elegir la obra como su ópera prima dentro de la colección de novela de autores emblema del Horror Hispano bajo el sello de la Asociación Cultural Doble Hache.


Además de lo mencionado, cabe destacar un punto a favor de la novela y es que el carácter impreso en sus personajes impide ser subjetivo, sino todo lo contrario. Ninguno de sus protagonistas goza del favor del escritor y Gervasio los ofrece tal y como son, con su propia inercia, con sus reflexiones y pensamientos no contaminados por los del autor. En este juego de personalidades enfrentadas, llegamos a odiar al protagonista y amar al antagonista, pero también al contrario; tanto a ellos como sus actos y las respectivas doctrinas a que a ambos mueve. Gervasio pone sobre la mesa todas las cartas boca arriba para que el lector saque sus propias conclusiones; no sobre la trama, sino sobre esos años de la Historia en los que el Santo Oficio era palabra y ley. Para terminar cabe decir que es un libro de lectura ágil; sus 122 páginas no pesan, salvo en el alma. Las tremendas imágenes que crea Gervasio pueden herir ciertamente la sensibilidad del lector, lo que hace que acabar su lectura suponga un doble alivio: el de haber disfrutado de un buen rato y el de acabar con el sufrimiento y la crueldad que rezuman sus páginas.






Disponible también en Shvoong:



sábado, 23 de octubre de 2010

¿Quién será esta vez?

Hacía tiempo que no colgaba un relatillo, así que he decidido enmendarme.
Espero que os guste (por decirlo de alguna manera).


¿Quién será esta vez? ¿Cuánto tiempo habrá de transcurrir hasta que mi ira se desencadene? ¿Cuánta gente sufrirá las consecuencias de ello?

No lo sé, pero si de algo estoy seguro es de que sucederá, y alguien, cualquiera, lo pagará con su vida.

Hoy vuelvo a sentirme confuso. Me encuentro acechado, casi asediado, y todo lo que tengo alrededor se me antoja peligroso. Nada me resulta familiar ni conocido, y mi cuerpo, tembloroso y febril, reacciona con brusquedad ante cada uno de los estímulos que recibe.
Aún recuerdo lo que ocurrió la última vez que me encontré así, cuando cualquiera de las personas que se cruzaba en mi camino se volvía muy apetecible a mis ojos. Entonces, un sudor incipiente comenzaba a humedecer mi cuerpo; pequeños escalofríos recorrían mi nuca, exacerbando mis instintos, aumentando mi furia…
Aquel día, simplemente, le tocó a él. Pasaba por allí en el momento equivocado. Nada más.
Las turbias imágenes que siempre abotargan mi mente eran entonces demasiado aterradoras, y yo, incapaz de soportar por más tiempo el daño que me ocasionaban, no pude contenerme.
¡Lo intenté! ¡Vive Dios que lo intenté! Pero no pude.
El influjo del horror es demasiado grande como para obviarlo, y mi valor, por desgracia, demasiado escaso.
No sé; quizás no sea tanto ese influjo como el hecho de que mi naturaleza me empuja a ello; quizás no se deba a que mi mente esté ahora enferma y sí, por el contrario, a que siempre he sido así.
Tal vez. Quien sabe.
A decir verdad, siempre me he sentido atraído por la violencia, por esa sensación casi orgiástica que me invade al contemplar cómo los ojos de mis víctimas se tiñen de brumas, cómo su sangre ensucia mi cuerpo.
Ya desde pequeño, aún siendo un niño, lo sentía; cuando golpeaba a mis amigos y los estrujaba entre mis brazos, cuando los insultaba, cuando les escupía…
Pero hoy, sin embargo, es distinto. Hoy…es desmedido.
Recuerdo que me acerqué a él. Fue muy fácil; caminaba distraído y no se dio cuenta de nada; quizás estuviera pensando en la cena que disfrutaría al llegar a su casa; quizás pensara en sus hijos, a los que pronto besaría…
¡Bufff! Es duro, ya lo sé.
Le golpeé. Hundí el martillo en su cabeza una y otra vez, de un modo frenético, compulsivo, casi histérico. La sangre afluía con violencia; primero, como una erupción, un vómito brusco o un chorro repentino; después, cuando la herida era ya muy grande, a borbotones, algo entorpecidos por el cabello.
Al verlo, cerré los ojos por unos segundos. Quería disfrutar aquel instante tan excelso.
Cuando los abrí de nuevo y lo miré, la sangre que brotaba de su cabeza, densa, casi gorda, avanzaba a paso lento hasta el sumidero.
No sé por qué, pues nunca lo había hecho hasta ese momento, pero algo me incitó a ello.
Al ver aquel charco bermellón, brillante, casi untuoso, se despertó en mí un apetito…hummm, ¿cómo diríamos?...¡goloso! ¡Sí! Goloso es la palabra.
Extendí entonces la mano y hundí mis dedos en aquel líquido tibio. Luego los contemplé, empapados de una vida huidiza y derrotada…y los lamí con avidez.
¡Ahhh! ¡Me gustó!
No sé. Quizás sea un paso más del proceso, cuando ya sólo importa la muerte; cuando sólo mi hambre es la protagonista.
Sea como fuere, hoy vuelvo a sentirme así. Y ya no hay vuelta atrás.

Ahora te miro.
Lees en el ordenador, ajeno a cuanto te rodea, pensando que estas frases no son más que eso: pequeños trazos enlutados que alguien ha escrito con mayor o menor acierto.
¡Ja!
¡Espera! ¡No te des la vuelta! ¡Ya estoy aquí!

jueves, 14 de octubre de 2010

"La casa de las sombras"


LA CASA DE LAS SOMBRAS


Dh Ediciones, la nueva editorial creada por Darío Vilas y Senén Lozano, administradores y creadores de la página web Horror Hispano, acaba de publicar “La casa de las sombras”, de Juan Ángel Laguna Edroso, conocido por su fantástica labor como director de Ocio Zero y editor de Calabazas en el trastero.
Dicen los que de LITERATURA —así, en mayúsculas, para que se note el respeto que siento hacia ella— saben algo, que escribir no es más que contar una historia, recrear el ambiente en el que ésta se desarrolla y presentar a unos personajes que han de interactuar entre ellos. Pues bien, semejante tarea, que de tan prosaica como suena parece harto sencilla, es, como bien sabrán los que esto lean, sumamente complicada. Juan Laguna, sin embargo, lo hace de forma envidiable.
“La casa de las sombras” es una novela —cortita, eso sí, para mi pesar— excepcional, bellamente escrita, intrigante y, en ocasiones, hasta desasosegante, y en ella, el autor ha conseguido crear un aterrador mundo de incertidumbres e inquietudes, de venganzas postergadas y casas enloquecidas, de monstruos y malvados, que consigue atrapar al lector de una forma insoslayable.
Tal vez sea por la prosa empleada —en ocasiones, densa y prolija; otras veces, pizpireta y veloz—; tal vez, por la forma de hilvanar los capítulos, como historias en sí mismos capaces de aportar, a un tiempo, información y misterio, respuestas e interrogantes, tensión y sosiego, o, tal vez, por ese mosaico espeluznante de personajes y de vidas subyugadas que tan fielmente ha sabido bosquejar, en el que el lector no sabe quién es el dominador y quién la víctima, hasta que, finalmente, la pluma ágil y desenvuelta de Juan Ángel decide descubrirlo.
En cualquier caso, sea por el motivo que sea, el resultado es sobrecogedor, y la lectura de “La casa de las sombras” se vuelve un ejercicio entusiasta y extenuante, pues uno ansía aprehender hasta el más ínfimo detalle de la trama y así dejarse llevar por las horribles vicisitudes que sufren los personajes.
El recorrido por las páginas se convierte en una locura. Yo he llegado a sentir empatía por uno seres malvados, siniestros, hasta diabólicos, y lo he hecho sin mesura ni sentido, comprendiendo las circunstancias que les han llevado a comportarse como tal. Sabía, por supuesto, que no debía hacerlo, pues son malos, la piedad no existe en ellos, su bondad es un imposible…Sin embargo, a fuerza de atractivo y personalidad, consiguieron seducirme.
Bastó con el primer capítulo, y en los siguientes, en una extraña pirueta —desconozco si casual o intencionada— con la que el autor transita de forma alternativa entre la primera y la tercera persona, la tensión necesaria para una lectura voraz se apoderó de mí.
Con el uso de la tercera persona, Juan Laguna facilita la acción y el entretenimiento; con la primera, a modo de dramáticas confesiones, desvela las claves suficientes para incrementar el desasosiego, y siempre, como una losa que gravite sobre el lector, favorece la inquietud que procura un nombre prohibido.
“La casa de las sombras” es, en suma, una novela extraordinaria —¡Dios, cuántas frases me hubiera ahorrado de haber empezado así!—, y Juan Ángel Laguna Edroso, a partir de ahora, uno de mis escritores indispensables.
Vaya por tanto, para él, mi felicitación y agradecimiento más profundo, y vaya por tanto, como no podría ser de otro modo, mi profunda admiración hacia DH Ediciones, quienes, sin ningún tipo de ayuda, han conseguido crear un proyecto tan ilusionante como necesario.

LA CASA DE LAS SOMBRAS
JUAN ÁNGEL LAGUNA EDROSO
COLECCIÓN ÚLTIMO ESCALÓN, 1 - Novela
ISBN: 978-84-614-3365-0
Edición Rústica 190x120 mm
PVP 7,95€
Más información y primer capítulo de la novela en http://www.dhediciones.com/



viernes, 1 de octubre de 2010

DH Ediciones


Pocos acontecimientos han de celebrarse tanto por el escritor como el nacimiento de una nueva editorial. Pero si ésta nace con una clara convicción de ayuda, de abrir nuevos caminos, de transgredir y airear lo existente o de facilitar la aparición de nuevos valores literarios, la ocasión es de esas de las que todos hemos de congratularnos, arrimar el hombro y apoyar en todo cuanto podamos.

El esfuerzo que los creadores de Horror Hispano y Doble hache han venido realizando durante año y medio, mes arriba, mes abajo, ha dado al fin el resultado esperado; sus desvelos, las horas empleadas, los malos momentos han devenido en la creación de DH Ediciones, una joven e ilusionante empresa con la que van a dar el imprescindible empujón que este mundo editorial español tanto viene necesitando.

DH Ediciones retomará colecciones emblemáticas, facilitará el acceso a la literatura por mor de los bajos precios que pretende manejar y propiciará que nuevos autores, repletos de ilusiones y rechazos anteriores, vean, finalmente, su sueño realizado.

Hoy, 1 de octubre, sale a la venta su primera novela, "La casa de las sombras", del prometedor escritor Juan Laguna Edroso; la siguiente, "Sopa de sapos", una selección de relatos de terror y misterio, iniciará su andadura el 5 de octubre.

Tan solo espero que ambas les faciliten el éxito que todos ellos merecen.

Si todos nosotros ayudamos un poco, será mucho más fácil.


http://www.dhediciones.com/


http://www.dhediciones.com/images/dossier_pdf/dossier_casa_de_las_sombras.pdf


http://www.dhediciones.com/images/dossier_pdf/dossier_sopa_de_sapos.pdf